Lo hemos vuelto a hacer

Ya os tengo acostumbrados a la intriga de cuando os contaré mis cosas. Entended que tengo ya tres años y mucho por explorar. Buscar un momento para escribir es cada vez más complicado.

Pues sí, he sido otra vez hermano mayor. Lady Gwendoline como la llaman los viejos, nació hace ya cuatro meses. La llaman así porque es una especie de marquesona a la que hay que hacerle todo, a la que hay que pasear y cuidar con mucho cuidado. «Su baño está listo, lady» es lo que le dice papá o mamá antes de meterla en remojo, que hay que ver el olorcillo que echa a veces para ser tan delicada.

Las niñas están bien. Cada vez molan más, jugamos mucho juntos aunque están un poco locas. Montan unos pollos bastante serios ahí donde les pille. Mamá dice que están adolescentes perdidas.

Y os preguntaréis el por qué del título. Digo que lo hemos vuelto a hacer. No sé exactamente el qué, pero algo habrá sido, porque nos vuelven a mirar de modo muy exagerado cuando vamos por la calle.

La logística (como la llama papá) al ir por la calle va variando según el día. Si vamos todos juntos Lady Gwendoline va en el bugaboo que le compramos a un pijeras, de segunda mano. Yo intento ir en alguno de los vehículos que he ido adquiriendo: la bici «bebé» sin pedales es lo que a mamá más le gusta, porque voy lanzado y no me paro. La «bici grande» con pedales y casco, es la que a mí más me gusta. Pero es verdad que con ella voy muy bien un ratito pero de vuelta ya me paro, protesto y pido ayuda cada dos metros. Se me da genial pero tengo que hacerme notar, ya sabéis. Otras veces voy con el patinete que me han traido los Reyes. Os preguntaréis por qué a mi edad tengo más flota que un ministro, pero ser el macho alfa en una casa como esta alguna ventaja tenía que tener. Y sigo, si vamos todos juntos por la calle, las niñas van con las motos o los carritos. Ellas también siguen mi táctica, de ida van genial y de vuelta se paran o se ponen pesaditas. Cuando hablo de ida y vuelta hablo de ir al parque o a por el pan.

La cosa cambia si vamos solos con mami, a la vuelta del cole por ejemplo. En ese caso es cuando más nos miran. Mamá dice que cuando vamos con papá y vamos todos nadie puede imaginar que seamos hermanos los cuatro e hijos a la vez de los mismos padres. Total: cuando vamos los cuatro con mami es cuando la «infra» se complica. Las dos locas van si o si en su carrito gemelar porque si no la lían bastante. Yo siempre voy andando y por solidaridad con mami me porto bien y no me escapo como hacía al principio. Y la pieza que va cambiando de sitio es Lady Gwendoline. A veces la lleva mami en la mochila, eso la inutiliza bastante para hacer otras cosas como ir al parque por ejemplo. Otras veces la llevamos en el huevito y lo encajamos al gemelar. Esto está bien pero hace que el carrito sea un tanque y pesa mucho. Aquí nos miran mucho.

Y la tercera opción es que Lady vaya en su carrito y la lleve yo. Mami lleva a las niñas y yo a Lady Gwendoline. Lo repito porque despierta tanta curiosidad entre los viandantes que quizás para vosotros sea extraño también. Es en ese momento cuando máaaaaas nos miran. Alucinan solo porque sea yo con tres años el que tire del carro en el sentido literal de la expresión. En fin que se ve que para llevar un carrito de bebé hace falta un doctorado o algo. Pero vamos que yo me apaño fenomenal y mamá al lado me ayuda para sentirse más tranquila.

Y eso es todo por el momento. Hasta pronto.

 

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